Dejó el ejercicio físico y ahora disfruta de una vida feliz

Jolene Jones es una joven estadounidense, de 26 años, que llamó la atención de los medios por la transformación que tuvo su cuerpo: pasó de la obsesión por los entrenamientos a amar su físico tal cual es.

Renunció a la rutina de dos horas diarias en el gimnasio, dejó de medir minuciosamente la comida y abandonó una dieta en la que no se permitía alcohol, carne, trigo, azúcar y productos lácteos.

Jones decidió abandonar la competencia y el mundo del físico culturismo tras cuatro años, cuando su entrenador le dijo que necesitaba perder otros 13 kilos.

"Pasé de estar controlando mi rutina y el peso para disfrutar de una vida social", manifestó y en vez de perder 13 kilos aumentó 11 y logró un nuevo estilo de vida.

La joven mostró su radical transformación en Instagram con una foto del antes y después, acompañada por las siguientes palabras: "De amante del físico a amante de mi cuerpo. Esta no es tu foto de transformación típica. Pasé de estar controlada por un régimen doloroso en el gimnasio y pesar el pollo que me comía y llevar batidos de proteína en la cartera a disfrutar de mi vida social”.

"Algunas personas opinan que esto significa que me he 'dejado ir', pero no le puedes poner un precio a la felicidad. A esto yo le llamo haberme encontrado y darme cuenta de que puedo tener más de una pasión en la vida, ya sea explorar un Parque Glaciar o disfrutar un par de cervezas con mis amigos", contó.

Y concluyó: "Un abdomen perfecto no me hacía feliz. Nunca era suficiente y siempre tenía que mejorar algo. Hoy fui a hacer rafting (descensos de ríos) con amigos y disfruté de comida que la vieja yo no se hubiese atrevido a tocar. Tu cuerpo es LITERALMENTE lo único que te carga a través de tu vida, y tu valor y felicidad no pueden ser medidas por el peso que puedas levantar o lo que diga la balanza. Mi valor es medido por aquellos con los que me rodeo y la sonrisa en mi cara".

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