Alertan sobre los riesgos del uso inadecuados de medicamentos
Referentes internacionales de la farmacología y la bioética disertaron
en la Facultad de Medicina de la Unne. Aseguran que la situación se debe
a los intereses comerciales de los laboratorios.
Eminencias internacionales en el campo de la farmacología y la bioética
disertaron ayer en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional
del Nordeste (Unne) sobre los riesgos del uso inadecuado de los
medicamentos. Aseguran que la problemática interfiere con la función
esencial que tiene la medicina, que es sanar y mejorar la calidad de
vida de las personas.
Uno de los disertantes fue Abel Novoa, quien es médico de familia, miembro del Grupo de Bioética de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria y presidente de la plataforma No Gracias. Entrevistado por EL LIBERTADOR, comentó: "En España estamos liderando un movimiento crítico con la situación actual de la medicina en muchos aspectos. Uno de los más importantes es la evidencia científica en la cual se basan los médicos para tomar decisiones, algo que lamentablemente en las últimas décadas ha sido muy atacado por los intereses comerciales".
"El problema es que la ciencia en la que se basan las decisiones de los médicos no es neutral, sino que está a favor de los intereses comerciales. Lo que quiere la industria es que se utilicen muchos medicamentos para cualquier cosa y por lo tanto se inventan enfermedades y síntomas. Lo que se hace es generar la necesidad de que los medicamentos sean utilizados para cada vez más cosas", aseguró.
Continuando con lo anterior, explicó: "Se trata de un fenómeno que se llama medicalización de la vida y que no responde al beneficio de la gente, porque no están mejor porque tomen más pastillas. Le estamos trasladando la idea de que necesitan un médico o un medicamento para solucionar cosas que antes se solucionaban solas o con otros instrumentos".
Refiriéndose a los riesgos que plantea la problemática, dijo que "son muchos y uno de ellos es que la ciencia es cada vez menos objetiva". En ese sentido se explayó diciendo que "la ciencia ha servido para el progreso de la humanidad y si ya no podemos confiar en ella tenemos pocas cosas en la que podemos confiar".
"El otro problema es que los gobiernos gastan mucho dinero en tecnologías y medicamentos que no están siendo útiles y, peor aún, están siendo dañinos para la población. Seguramente ese dinero se podría utilizar en otras estrategias que generan más salud, como luchar contra la pobreza, tener mejor educación y menor contaminación", enfatizó.
Para finalizar, el galeno se refirió a la automedicación, y opinó que "no es el principal problema". "El problema es que la gente confía demasiado en los medicamentos y se los pide a los médicos. Si un paciente va a una consulta y se va sin pastillas parece que no ha ido a la consulta. También hay una exigencia por parte de los ciudadanos que hace que los médicos prescriban más de la cuenta", sentenció.
Uno de los disertantes fue Abel Novoa, quien es médico de familia, miembro del Grupo de Bioética de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria y presidente de la plataforma No Gracias. Entrevistado por EL LIBERTADOR, comentó: "En España estamos liderando un movimiento crítico con la situación actual de la medicina en muchos aspectos. Uno de los más importantes es la evidencia científica en la cual se basan los médicos para tomar decisiones, algo que lamentablemente en las últimas décadas ha sido muy atacado por los intereses comerciales".
"El problema es que la ciencia en la que se basan las decisiones de los médicos no es neutral, sino que está a favor de los intereses comerciales. Lo que quiere la industria es que se utilicen muchos medicamentos para cualquier cosa y por lo tanto se inventan enfermedades y síntomas. Lo que se hace es generar la necesidad de que los medicamentos sean utilizados para cada vez más cosas", aseguró.
Continuando con lo anterior, explicó: "Se trata de un fenómeno que se llama medicalización de la vida y que no responde al beneficio de la gente, porque no están mejor porque tomen más pastillas. Le estamos trasladando la idea de que necesitan un médico o un medicamento para solucionar cosas que antes se solucionaban solas o con otros instrumentos".
Refiriéndose a los riesgos que plantea la problemática, dijo que "son muchos y uno de ellos es que la ciencia es cada vez menos objetiva". En ese sentido se explayó diciendo que "la ciencia ha servido para el progreso de la humanidad y si ya no podemos confiar en ella tenemos pocas cosas en la que podemos confiar".
"El otro problema es que los gobiernos gastan mucho dinero en tecnologías y medicamentos que no están siendo útiles y, peor aún, están siendo dañinos para la población. Seguramente ese dinero se podría utilizar en otras estrategias que generan más salud, como luchar contra la pobreza, tener mejor educación y menor contaminación", enfatizó.
Para finalizar, el galeno se refirió a la automedicación, y opinó que "no es el principal problema". "El problema es que la gente confía demasiado en los medicamentos y se los pide a los médicos. Si un paciente va a una consulta y se va sin pastillas parece que no ha ido a la consulta. También hay una exigencia por parte de los ciudadanos que hace que los médicos prescriban más de la cuenta", sentenció.
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Salud
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