Sugieren que el acceso a la tecnología sea a los 4 años
El pediatra Enrique Orchansky señaló en diálogo que adhiere a las "decisiones de la Sociedad Argentina de Pediatría que recomienda que los niños no deben acceder a la tecnología antes de los cuatro años", en contraposición a lo que sugiere la Sociedad Argentina de Pediatría que sugiere el uso desde los 18 meses.
"Estoy en contra de la incorporación temprana por las consecuencias directas. Vemos chicos que parecen ser autistas porque no tienen conexión social y cuando vienen al consultorio están como en estado de abstinencia porque no ven la hora de conectarse", indicó.
Desde su vasta experiencia pediátrica, Orchansky sostuvo que "la tecnología dispersa, distrae y se genera un epidemia de chicos con falta de vocabulario, con falta de organización para el estudio y sin método".
Si bien destacó que gracias a la tecnología muchas relaciones familiares se fortalecieron, también señaló que jugó en contra: "Ahora hay un grupo de individuos que vive bajo un mismo techo pero con su propia pantalla".
"La asociación tiene ideas claras sobre la tecnología y conoce el impacto a largo plazo", aclaró.
Advirtió es necesario que un adulto medie entre la relación temprana entre los niños y la tecnología para discernir qué es correcto y qué no, qué es real y qué no.
Intereses económicos
La Academia Americana de Pediatría señaló que la exposición de los niños a la pantalla debe evitarse hasta los 18 meses.
En este sentido, Orchansky advirtió que "hay una realidad económica fuerte que presiona a la Academia".
"Es la misma asociación que sugería prohibir la leche de madre el mismo año que salió la leche en polvo", recordó y continuó: "Nos costó mucho recuperar la lactancia materna debido a que la industria de la leche artificial presionó para que la Sociedad de Pediatría dijera eso".
En el caso de la introducción de la tecnología a los 18 meses, Orchansky señala que la situación se repite.
"La historia nos obliga a revisar la historia de estas academias que están bajo presiones económicas", completó.
"Estoy en contra de la incorporación temprana por las consecuencias directas. Vemos chicos que parecen ser autistas porque no tienen conexión social y cuando vienen al consultorio están como en estado de abstinencia porque no ven la hora de conectarse", indicó.
Desde su vasta experiencia pediátrica, Orchansky sostuvo que "la tecnología dispersa, distrae y se genera un epidemia de chicos con falta de vocabulario, con falta de organización para el estudio y sin método".
Si bien destacó que gracias a la tecnología muchas relaciones familiares se fortalecieron, también señaló que jugó en contra: "Ahora hay un grupo de individuos que vive bajo un mismo techo pero con su propia pantalla".
"La asociación tiene ideas claras sobre la tecnología y conoce el impacto a largo plazo", aclaró.
Advirtió es necesario que un adulto medie entre la relación temprana entre los niños y la tecnología para discernir qué es correcto y qué no, qué es real y qué no.
Intereses económicos
La Academia Americana de Pediatría señaló que la exposición de los niños a la pantalla debe evitarse hasta los 18 meses.
En este sentido, Orchansky advirtió que "hay una realidad económica fuerte que presiona a la Academia".
"Es la misma asociación que sugería prohibir la leche de madre el mismo año que salió la leche en polvo", recordó y continuó: "Nos costó mucho recuperar la lactancia materna debido a que la industria de la leche artificial presionó para que la Sociedad de Pediatría dijera eso".
En el caso de la introducción de la tecnología a los 18 meses, Orchansky señala que la situación se repite.
"La historia nos obliga a revisar la historia de estas academias que están bajo presiones económicas", completó.
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