Cuántos orgasmos hay que tener por semana para tener una sexualidad saludable
El sexo es la actividad física por excelencia, que involucra de igual manera al cuerpo y a las emociones. Estudios sostienen que tener tres orgasmos por semana nos mantienen jóvenes y en adultos mayores reduce en un 50% los riesgos de mortalidad. Genera una piel más joven, mejora la salud y ayuda a sonreír.
Se acelera el corazón, aumenta la presión sanguínea, la piel se ruboriza, la respiración se agita. Los órganos sexuales se llenan de sangre, cambiando de forma y de color. El sistema nervioso se activa, los músculos se tensan y la expresión de la cara se modifica. Por un momento, se altera la percepción del entorno y el tiempo parece detenerse. Luego viene la relajación, una relajación profunda en la que todo parece más dulce y agradable.
Mucho más que una pequeña muerte, como algunos lo llaman, un orgasmo es una explosión de vida y de placer. Pero tampoco exageremos, no siempre es tan así.
Mucho se ha hablado de los beneficios de la sexualidad sobre la salud y hoy tenemos el respaldo de la investigación científica para demostrarlo.
Cuerpo + emoción = química perfecta
Durante el encuentro sexual, se activa una serie de mecanismos que favorecen el funcionamiento del sistema nervioso, endocrino, cardíaco, muscular y circulatorio. El orgasmo es una de las fases de la respuesta sexual y sin duda una de las preferidas tanto por hombres como por mujeres, pero además de placentero es uno de los momentos más saludables del encuentro sexual.
La gran liberación de endorfinas durante el orgasmo es una de las razones por las cuales es tan placentero. Paralelamente se libera oxitocina, conocida como la hormona del abrazo o del amor, o la «molécula de la monogamia» o «molécula de la confianza» ya que genera un sentimiento de cercanía, unión y confianza.
Su liberación ejerce un efecto de bloqueo absoluto del estrés. La unión de las endorfinas con la oxitocina es un coctel de amor, sexo y felicidad, libre de ansiedad.
El chocolate, la nicotina, la cocaína y los orgasmos activan la misma zona del placer en el cerebro, llamada «núcleo accumbens». Pero el sexo, sin dudas, es la opción más saludable.
La oxitocina es una hormona relacionada también con la conducta maternal y paternal.
En las mujeres, la oxitocina se libera en grandes cantidades tras la distensión del cérvix uterino y la vagina durante el parto, así como en respuesta a la estimulación del pezón por la succión del bebé, facilitando por tanto el parto y la lactancia. Su función también está asociada con la afectividad, la ternura, el contacto y el orgasmo en ambos sexos.
Sin embargo, hay más razones por las cuales el orgasmo se coloca en los primeros puestos de las actividades más saludables de la vida.
Durante el orgasmo hay un impresionante incremento del flujo de sangre y de oxígeno en el cerebro, ambos nutrientes muy beneficiosos para esta parte vital de nuestro cuerpo.
Mantener cubierta la «cuota de orgasmos» para ser joven. Un estudio liderado por el prestigioso neuropsicólogo David Weeks, ex jefe de Psicología para la Tercera Edad del Hospital Real de Edimburgo, asegura que el sexo puede rejuvenecer hasta diez años.
Del informe participaron 3.500 personas, de diferentes edades, durante una década. Los resultados revelaron que los que tenían entre 40 y 50 años se mantenían más jóvenes cuando tenían relaciones sexuales con una media de tres veces por semana. Además, Weeks sostiene que el riesgo de mortalidad baja un 50% en quienes tienen cubierta su «cuota de orgasmos» –dos veces por semana–.
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