Intendente de Reconquista fue víctima de los ladrones en un ingreso a Rosario
La noche del martes el intendente de Reconquista, Enrique Vallejos, no la olvidará por mucho tiempo. Cuando volvía a su ciudad del norte santafesino por la autopista que conecta Buenos Aires con Rosario una alfombra de clavos miguelitos sembrados a unos 800 metros al sur del casino local hicieron que pinchara un neumático del auto en el que viajaba junto a su secretario de Desarrollo Social, Gustavo López. Al detener el vehículo fueron abordados por "cuatro chicos drogados y fuera de sí con dos con armas en la mano", según refirió el funcionario, quienes les robaron teléfonos celulares, dinero y les desvalijaron el auto. Asustados, y ante la posibilidad de que los golpeen o los maten, la primera reacción del intendente y de su acompañante fue empezar a correr. Así llegaron hasta el casino, aterrados y sin aliento, "pero vivos". Casi como una broma del destino, el intendente Vallejos venía de la ciudad de Buenos Aires donde se había reunido con el secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco, para solicitar que Gendarmería Nacional patrulle y controle junto a la policía en Reconquista.
En la Capital Federal el día había sido lluvioso y frío. Al término de las reuniones, Vallejos y su secretario subieron a un Toyota Corolla blanco oficial modelo 2015 y emprendieron el retorno a Reconquista. Venían charlando, cansados y de pronto, cuando estaban por ingresar a Rosario, escucharon un golpe seco en un neumático y presintieron lo que iba a pasar. "Si paramos nos roban", le dijo Vallejos a López. "Anduvimos unos ochocientos metros muy despacio, no queríamos parar, pero el auto dejó de responder. La rueda se trababa y ya era imposible seguir", contó el intendente.
Metros más adelante no tuvieron opción y fueron frenando el Toyota hasta estacionarlo en la banquina. Entonces empezaron a cambiar el neumático. "Acá nos van a robar, estemos atentos", le dijo su acompañante y los dos fueron hasta el baúl a sacar la rueda de auxilio. La noche era oscura, sin más ruidos que los otros autos que pasaban.
De entre la maleza. De pronto, "desde unos matorrales" salieron dos maleantes con sendas pistolas que el intendente cree eran "dos 9 milímetros plateadas" y les apuntaron a la cabeza. "Uno gritó dame la plata que te mato", recordó Vallejos. El frío de la noche se hizo hielo. "Muchachos, llevensé todo, llevensé todo", les dijo el funcionario mientras aparecían otros dos maleantes.
"Estaban muy nerviosos o muy drogados, tendrían entre 18 y 20 años. Nos apuntaban y amenazaban todo el tiempo con pegarnos", dijo Vallejos. "Continuamente intentamos calmarlos, les decíamos que se llevaran todo pero no teníamos nada. Las billeteras, dos celulares y lo que transportamos en el auto: dos trajes, un bolso con algo de ropa y unos 400 pesos en efectivo".
"Llevensé todo, no tenemos nada más que ésto", insistían las dos víctimas. Pero los delincuentes pedían "más plata" y dos de ellos apoyaron sus pistolas en las cabezas de sus víctimas mientras un tercero intentó pegarle al jefe municipal.
El poco monto del robo no los convencía de irse y dejar a los funcionarios en paz, entonces les ordenaron: "Vamos para la banquina, los vamos a matar, acá no se jode", e intentaron golpearlos de nuevo. "No tenemos más plata, llévense el auto", les dijeron a los ladrones al tiempo que éstos los zamarreaban. Vallejos no soportó la situación y corrió atravesando la ruta e imaginó un truco sabido.
Escape a pie. "Corrí y López me siguió. Entonces les gritamos «ahí viene la policía»". La reacción sorprendió a los ladrones, que se metieron al auto mientras los funcionarios corrían desesperados hacia las luces, para el lado del casino City Center. Vallejos y López llegaron hasta un móvil policial estacionado en la puerta de la casa de juego. "Pálidos, asustados, sin aire pero vivos", dijo Vallejo a La Capital, le contaron a los efectivos lo sucedido.
"Toda la sensación es que pusieron algo en la ruta para que se nos rompa la cubierta, porque apenas bajamos ya estaban encima nuestro. La verdad es que fue un momento muy tenso y pensé que nos mataban porque estaban muy alterados. A tres autos y un camión que vimos pasar con las llantas destrozadas también intentaron robarles, pero no se detuvieron", contó.
Luego, acompañados del móvil policial, los funcionario volvieron al auto: "Estaba desvalijado. Robaron los bolsos, los dos trajes y las camperas; nos robaron además los dos celulares y la billetera de Gustavo López además de varias carpetas de trabajo", aseguró Vallejos.
El intendente remarcó que "regresábamos de Buenos Aires, donde realizamos gestiones para paliar la creciente crisis social que vive la ciudad", e intentamos procurar una reunión con la ministra de Seguridad, Patricia Bulrrich, para pedir el envío de gendarmes a Reconquista y a todo el norte el santafesino.
"Por lo que vemos a diario en todas las ciudades de la región norte provincial la inseguridad está fuera de control. Se repiten los robos cada vez más violentos y de todo tipo. A tal punto que el sábado tuvimos el intento de secuestro de un chico de 9 años en el centro de Reconquista y el robo salvaje a una empleada municipal. Esto es terrible, hay que hacer mucho más ,pero además de todo lo que aportamos desde nuestra gestión municipal, la verdadera solución de este flagelo pasa por los niveles de responsabilidad superiores", remarcó. "Nosotros tuvimos suerte, pero estuvimos a un paso de no contarla",concluyó Vallejos.
En la Capital Federal el día había sido lluvioso y frío. Al término de las reuniones, Vallejos y su secretario subieron a un Toyota Corolla blanco oficial modelo 2015 y emprendieron el retorno a Reconquista. Venían charlando, cansados y de pronto, cuando estaban por ingresar a Rosario, escucharon un golpe seco en un neumático y presintieron lo que iba a pasar. "Si paramos nos roban", le dijo Vallejos a López. "Anduvimos unos ochocientos metros muy despacio, no queríamos parar, pero el auto dejó de responder. La rueda se trababa y ya era imposible seguir", contó el intendente.
Metros más adelante no tuvieron opción y fueron frenando el Toyota hasta estacionarlo en la banquina. Entonces empezaron a cambiar el neumático. "Acá nos van a robar, estemos atentos", le dijo su acompañante y los dos fueron hasta el baúl a sacar la rueda de auxilio. La noche era oscura, sin más ruidos que los otros autos que pasaban.
De entre la maleza. De pronto, "desde unos matorrales" salieron dos maleantes con sendas pistolas que el intendente cree eran "dos 9 milímetros plateadas" y les apuntaron a la cabeza. "Uno gritó dame la plata que te mato", recordó Vallejos. El frío de la noche se hizo hielo. "Muchachos, llevensé todo, llevensé todo", les dijo el funcionario mientras aparecían otros dos maleantes.
"Estaban muy nerviosos o muy drogados, tendrían entre 18 y 20 años. Nos apuntaban y amenazaban todo el tiempo con pegarnos", dijo Vallejos. "Continuamente intentamos calmarlos, les decíamos que se llevaran todo pero no teníamos nada. Las billeteras, dos celulares y lo que transportamos en el auto: dos trajes, un bolso con algo de ropa y unos 400 pesos en efectivo".
"Llevensé todo, no tenemos nada más que ésto", insistían las dos víctimas. Pero los delincuentes pedían "más plata" y dos de ellos apoyaron sus pistolas en las cabezas de sus víctimas mientras un tercero intentó pegarle al jefe municipal.
El poco monto del robo no los convencía de irse y dejar a los funcionarios en paz, entonces les ordenaron: "Vamos para la banquina, los vamos a matar, acá no se jode", e intentaron golpearlos de nuevo. "No tenemos más plata, llévense el auto", les dijeron a los ladrones al tiempo que éstos los zamarreaban. Vallejos no soportó la situación y corrió atravesando la ruta e imaginó un truco sabido.
Escape a pie. "Corrí y López me siguió. Entonces les gritamos «ahí viene la policía»". La reacción sorprendió a los ladrones, que se metieron al auto mientras los funcionarios corrían desesperados hacia las luces, para el lado del casino City Center. Vallejos y López llegaron hasta un móvil policial estacionado en la puerta de la casa de juego. "Pálidos, asustados, sin aire pero vivos", dijo Vallejo a La Capital, le contaron a los efectivos lo sucedido.
"Toda la sensación es que pusieron algo en la ruta para que se nos rompa la cubierta, porque apenas bajamos ya estaban encima nuestro. La verdad es que fue un momento muy tenso y pensé que nos mataban porque estaban muy alterados. A tres autos y un camión que vimos pasar con las llantas destrozadas también intentaron robarles, pero no se detuvieron", contó.
Luego, acompañados del móvil policial, los funcionario volvieron al auto: "Estaba desvalijado. Robaron los bolsos, los dos trajes y las camperas; nos robaron además los dos celulares y la billetera de Gustavo López además de varias carpetas de trabajo", aseguró Vallejos.
El intendente remarcó que "regresábamos de Buenos Aires, donde realizamos gestiones para paliar la creciente crisis social que vive la ciudad", e intentamos procurar una reunión con la ministra de Seguridad, Patricia Bulrrich, para pedir el envío de gendarmes a Reconquista y a todo el norte el santafesino.
"Por lo que vemos a diario en todas las ciudades de la región norte provincial la inseguridad está fuera de control. Se repiten los robos cada vez más violentos y de todo tipo. A tal punto que el sábado tuvimos el intento de secuestro de un chico de 9 años en el centro de Reconquista y el robo salvaje a una empleada municipal. Esto es terrible, hay que hacer mucho más ,pero además de todo lo que aportamos desde nuestra gestión municipal, la verdadera solución de este flagelo pasa por los niveles de responsabilidad superiores", remarcó. "Nosotros tuvimos suerte, pero estuvimos a un paso de no contarla",concluyó Vallejos.
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