Conflictos de familia: "En la ciudad, un 74 % se acuerda por mediación"
Un problema entre padres separados por la cuota alimentaria o el régimen de visita sobre los hijos. Otro entre vecinos por una ventana mal colocada en una medianera. O sobre un accidente leve. Hay miles de problemas cotidianos en los que la gente se ve involucrada. Pero no involuntariamente, porque el conflicto es inherente a la vida en sociedad. O al revés: sería imposible la existencia de una sociedad sin conflictos.
“Y el conflicto tiene mala prensa, porque se cree que todo problema se puede y debe resolver con violencia”, dice la Dra. Eleonora Avilés Tulián, directora provincial de Desjudicialización de la Solución de Conflictos Interpersonales. Y la mediación prejudicial o la comunitaria es una buena herramienta para destrabar conflictos que pueden considerarse sencillos.
La funcionaria da el contexto con datos: “Por ejemplo, en conflictos de familia,en la provincia se resuelven exitosamente el 70 % de los casos. En la ciudad de Santa Fe, ese porcentaje es del 74 %”.
En diálogo con El Litoral, la experta explicó más aquello de la mala prensa del conflicto:
En diálogo con El Litoral, la experta explicó más aquello de la mala prensa del conflicto:
“Vivimos en una sociedad tan conflictiva que todos los problemas cotidianos que tenemos los resolvemos de una manera violenta o competitiva. El paradigma existente, casi como un mandato social preestablecido dice: ‘Si tengo un conflicto con otro debo ganarle o, en última instancia, eliminarlo, lo cúlmine de la violencia’. Esa forma de resolución violenta se ve luego en los titulares de los diarios”.
Una herramienta
La mayoría de los conflictos suceden entre personas que se conocen, que tienen relación. Y los conflictos son naturales a la vida: están y seguirán estando en tanto sociedad compuesta por personas que viven de acuerdo a relaciones con otros. “Nos enseñaron desde chicos que si otra persona no piensa lo mismo que uno, será mi enemiga. Eso habrá que revertir”, agregó Avilés Tulián.
Entonces, hay herramientas que se pueden desplegar para que los conflictos no terminen de una manera violenta. “Ahí entra la mediación. Y la manera de resolver un conflicto mediante mediación es, primero, entender que aquél es natural a la convivencia”.
¿Y cómo actúa la instancia de mediación? “Generando un espacio donde la gente que vive una situación conflictiva se encuentre, para que pueda ser escuchada activamente, y donde interviene un tercero (un mediador, que puede ser abogado o no).”. El mediador acompaña este proceso para que sea fructífero y colaborativo”.
No siempre se llegará a un acuerdo. “Tenemos una concepción exitista, pues a veces no habrá acuerdo. Pero en estos casos, el conflicto se transforma: ese conflicto que antes podía terminar en un homicidio, ahora, con la mediación, hará que no muera nadie. A lo sumo se judicializará”.
"¿Voy al abogado?"
Las mediaciones de familia (cuota alimentaria, tenencia de hijos, disolución de la sociedad conyugal, etc.) son los casos más comunes, y los más exitosos en cuanto a resolución positiva. Hoy tenemos un 70 % de casos acuerdo en la provincia. La duración máxima de la mediación familiar tiene 60 días, con acuerdo o sin acuerdo. Si no hay acuerdo, se va a otra instancia”.
En accidentes de tránsito -que también son muy comunes- la persona damnificada necesita resolver un episodio que le ocasionó un perjuicio. Y un juicio a veces puede demorar más de 10 años.
"El ciudadano común piensa: ‘Voy al abogado’. Es una opción. Pero pensar en la mediación como un método no adversarial en la resolución de un conflicto también implica que uno se tiene que asumir como parte de ese conflicto. Entonces, nosotros planteamos la participación activa en esa resolución” de las partes, agrega.
En la mediación penal sobre accidentes de tránsito de carácter culposo hay buenos resultados. Son también muy frecuentes. Aquí lo que se media no es el delito, sino lo que pasó en esa situación. “Eso es reparador del vínculo entre las partes”, resalta la directora provincial.
Todos estos casos se pueden resolver en mediación. También cuestiones de empresas familiares, que son muy frecuentes; las escrituraciones, el incumplimiento de contratos de viajes contratados o de servicios, etc.
Paradigmas
“En una sociedad paternalista como la que vivimos, el cambio de paradigma debe estar sometido a esto de ‘yo estoy acá en la mediación para decir algo’, y además, ‘tengo algo para escuchar de la otra parte en conflicto’. El acuerdo surge de lo que cada uno puede hacer y aportar, y lo que está dispuesto a cumplir, por lo cual es sustentable”, explica Avilés Tulián.
De todos modos, hay situaciones que ameritan la intervención judicial, deja el claro la experta. Y pone ejemplos: casos como vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes, violencia de género, etc. “Y hay otras que son el universo mayoritario de nuestros conflictos, que ameritan que nosotros pensemos cuál es la mejor manera de resolverlo (por fuera de la instancia judicial)”.
Sobre la dirección
La Dirección Provincial de Desjudicialización de la Solución de Conflictos Interpersonales depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos del gobierno santafesino. Avilés Tulián disertó en el marco del Foro Presente y Futuro de la Mediación: Hacia una Cultura de Paz, que se realizó días atrás en el Concejo.
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